Aida Inés Lauga

 

Me llamo Aída Inés Lauga y cumplí 40 años. Según mi partida de nacimiento, nací el 23 de julio de 1966 en la casa de mi abuela y un médico llamado Ángel Veber firmó mi certificado de nacimiento. Sin embargo, según la historia que me contaron mis padres, eso no es cierto.

La historia que me contaron es la siguiente: En diciembre de 1964, mi mamá de crianza, Ofelia Calvi de Lauga, perdió su embarazo y tuvieron que extirparle el útero, por lo que perdió su posibilidad de tener hijos.

Ella era prima de Mora Giordano de Zion, psicóloga, quIen trabajaba en el Servicio de Pediatría del Hospital de Niños, que dependía de la cátedra del Dr. Escardó, junto a las pediatras Marta Traversa y Flora Díaz y a la Lic. Eva Giberti. Cuando mi tía se retira de ese servicio, la Lic. Eva Giberti queda a cargo del área de Psicología de Consultorios Externos que mi tía coordinaba.

Sabiendo mi tía Mora del deseo de ser madre de mi mamá Ofelia, y al enterarse el 19 de julio de 1966 que una mujer que tuvo una beba había fallecido (tal vez esto no sea cierto) y que la beba iba a ser derivada a la Casa Cuna, interviene y me entrega a mis padres el 22 de julio de 1966. Nadie sabe decirme quien era ese Dr. Angel Veber, que firmó mi certificado de nacimiento diciendo que nací en un domicilio particular de Villa Urquiza. Lo único que sé, es que él era Jefe de Guardia del Hospital Alvarez. En 1998, lo buqué en la guía telefónica y hablé con él. Veber negó que él hubiera firmado mi certificado de nacimiento, pero dijo conocer a la Dra. Traverso, no así a mi tía o a los Lauga o Calvi.

Tengo entendido que este médico falleció, pero no estoy segura, actualmente no figura en guía.

En 1998 tuve una entrevista con la Dra. Traversa. No me recordaba ni a mí, ni a mis padres, ni hermana, pese a haber sido mi pediatra durante toda mi infancia. Cuando hablé con ella, me confundió con la hija de la Dra. Flora Díaz, su colega. Aparentemente esta doctora Díaz también adoptó una hija de la misma manera. Como justificándose dijo que ellos creían que hacían bien actuando de esa manera, pero no me brindó más información.

En 1980 mi tía estaba enferma de cáncer. Yo iba a visitarla todas las semanas y charlábamos mucho. Pero no alcancé a preguntarle nada y murió antes de que yo me animara a hacerlo.

Mi mamá Ofelia nunca quiso hablar. Decía que todo eso era muy doloroso y falleció en 1991.

En 1998 fui a la Secretaría de DDHH en la Av. Paseo Colón pero no encontré más que mi partida de nacimiento.

Cuando mi papá Raúl Alberto Lauga se enteró de mi búsqueda, se enojó mucho. Me dijo que no había que revolver mierda. Y no me dio información. Falleció en abril de 2002.

Al fallecer, su segunda esposa me contó que él se sentía culpable por no recordar nada de mi adopción y que había recorrido los hospitales de Capital Federal para refrescar su memoria, respecto al hospital de donde me había retirado, pero no pudo. Solo recordaba que cuando fue a buscarme, mi tía lo estaba esperando en un hospital y cuando me puso en brazos de él, le señaló a una mujer a lo lejos y le dijo que esa era mi abuela.

Esto es todo lo que sé.Si alguien sabe algo de mi historia, por favor contácteme.

MI MAIL ES: aidaineslauga@yahoo.com.ar

GRACIAS, AÍDA